Uno de los mejores trucos es crear un gel potente de limpieza a base de vinagre y jabón. Mezcla una parte de vinagre y otra de jabón por cada dos de agua. Cuando esté homogéneo, frota con una esponja limpia en las zonas a asear, deja que la pasta se asiente y enjuaga después con agua. Efectividad anti-gérmenes al instante.